Cuando comencé primer grado, al abrir el cuaderno, descubrí que había un margen en blanco donde no se debía escribir, había que hacerlo justamente en los "cuadritos". Pensé entonces, que ese era un espacio para uno, un espacio libre para hacer lo que quisieramos. En los cuadros la tarea, en el blanco nuestras fantasías. Lo llené de dibujitos. Al verlo la maestra me retó bien retado (quizás no tenían la didáctica y la diplomacia de las seños de ahora). Me prohibieron dibujar el cuaderno. Entonces debía hacerlo en la tapa de atrás, o en la última hoja, o bien debajo del forro araña. La cuestión era que no descubrieran los dibujitos subversivos.
Pasó el tiempo y ese vicio de dibujar margenes no se extinguió, sino que tuvo su esplendor en materias aburridas del secundario y la facultad.
A continuación una muestra de algunos márgenes que encontré tirando papeles viejos. Son apuntes de la facultad, de materias que me parecían un plomo, como Economía, Legislación y otras (estaba estudiando para ser diseñador gráfico y esas materias eran lo más lejano a mis intereses).
Fijense en el último, dibujé personas y animales atados de manos y patas, quizás representando lo que sentía en ese momento.
Nueva Historieta: CRUCITRAMA
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Empecé a publicar una nueva historieta los sábados en el suplemento
infantil de diario Los Andes (Mendoza, Argentina). Se trata de CRUCITRAMAS.
Los dejo co...
Hace 9 años